tripulación


Si los cantos marineros mientras gira el cabrestante,
tempestades y aventuras, galeones y piratas,
si tesoros enterrados, combates por mar y tierra,
islas desiertas con nuevos Robinsones en sus playas.

Y todos los cuentos viejos, una vez más recontados,
precisamente lo mismo, conforme a la vieja usanza,
a los chicos de hoy en día, más sensatos y juiciosos,
les gustan como en un tiempo a mí también me gustaban...

Está bien, y anda con ello. Pero si así ya no fuera,
si el aventajado joven ha perdido ya las ganas
de ir con Kingston, Ballantyne o con Cooper de la mano
por desiertos y por mares, y por lagos y montañas...

Está bien, y nada digo. Sólo quiero que en la tumba
donde ellos y sus engendros reposen de sus andanzas
me coloquen a su lado, y que duerma el mismo sueño,
por los siglos de los siglos.

yo con todos mis piratas.